Aprovechando el buen tiempo hemos salido de nuevo a buscar inspiración y modelos para mis próximas obras. Y los hemos encontrado en Rothenburg ob der Tauber, una de las tres ciudades alemanas, junto con Dinkelsbuhl y Nordlingen, que todavía están rodeadas por sus murallas medievales.
Resulta que en Rothenburg se celebra todos años al llegar Pentecostés, que en 1631 durante la guerra de los 30 años, esta ciudad protestante después de cerrar sus puertas y presentar resistencia a las fuerzas imperiales, se salvó de la destrucción al llegar su alcalde a un trato con el general católico Von Tilly, jefe de las fuerzas imperiales:
«Si el alcalde era capaz de beber de un solo trago una jarra de 3 ½ litros de vino, él y su ciudad se salvarían»… ¡Y al parecer se la bebió!
Los entendidos dicen que esta historia es una fabula, pero lo que está claro es que hoy en día sirve para que la ciudad lo festeje cada año durante tres días, con más de 700 figurantes con sus caballos, cañones y demás, desfilando por la ciudad , representando la escena del “Trago Maestro” en el ayuntamiento y pernoctando en los campamentos organizados al pie de las murallas.
Por supuesto todo ello regado con cerveza y salchichas alemanas sin fin… Überraschend!
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Taking advantage of the good weather we are having these days, we have gone out again to find inspiration and models for my next works. And we found it in Rothenburg ob der Tauber, one of the three German cities, along with Dinkelsbuhl and Nordlingen, which are still surrounded by medieval walls.
It turns out that Rothenburg people gathers every year for Pfingsten to celebrate that in 1631 during the 30 years war, this Protestant city, after having closed their doors and having shown resistance to the imperial forces, was saved from destruction when its mayor reached a deal with the head of the besieging forces, Catholic General Terclas von Tilly:
«If the mayor was able to drink in one gulp a pitcher of 3 ½ liters of wine, he and his city would be saved» … And apparently he did it!
Experts say that this story is a fable, but what is a fact is that nowadays this city celebrates that event every year. For three days, more than 700 re-enactors, together with horses, guns and the rest, march through the city, represent the scene of » the Master Drink » at the city hall and live in camps organized at the foot of its walls.
Of course all washed down with plenty of beer and German sausages galore … Überraschend!