Bronce sobre peana de madera. Altura 32 cms.
Edición limitada a 49 figuras.
Pino Mediterráneo
La escultura «Pino Mediterráneo» de José Crespo es una representación artística de la belleza natural y la fuerza de la naturaleza mediterránea. Realizada en bronce, la obra captura un pino típico de la región mediterránea, con su tronco esbelto y curvado, y su copa ancha y frondosa.
El tronco del pino, delgado y ligeramente retorcido, está esculpido con gran detalle para mostrar la textura de la corteza y las sinuosas curvas que caracterizan a estos árboles. La copa, amplia y densa, está meticulosamente trabajada para reflejar la abundancia de hojas y ramas, creando una sensación de volumen y vida.
La pátina aplicada al bronce añade una profundidad rica y natural a la pieza, con tonos que varían desde el marrón oscuro del tronco hasta los verdes y ocres de la copa, imitando los colores reales del pino mediterráneo. Esta variación de colores no solo da vida a la escultura, sino que también resalta los detalles y las texturas de cada parte del árbol.
La base de la escultura, hecha de madera pulida, proporciona un contraste cálido con el bronce y realza la figura del pino. La base también añade estabilidad y elegancia a la pieza, enmarcando la obra de manera que se centra la atención en el árbol.
«La idea de hacer figuras de árboles la he tenido desde un principio. Y si el tiempo lo permite, este será posiblemente el primero de una serie.
Si hay un motivo atractivo a la vez que plástico, este es un árbol, prácticamente de cualquier tipo. Creo que mis años en unidades de Operaciones Especiales viviendo en plena naturaleza y durmiendo muchas veces al raso en el Pirineo, en la Sierra de la Demanda, en Tierra de Cameros o en tantos otros parajes, han dejado su huella. Es impresionante observar la fortaleza y frondosidad del roble, las formas increíbles del haya, la majestuosidad del castaño de Indias y porque no, el difícil equilibrio del pino mediterráneo con una gran copa sustentada por un tronco sin fin.
Este árbol corresponde a uno de los pinos que vi en Roma, cuando alli’ estuve en 2005. No se corresponde exactamente con ninguno de los pinos de las fotos que allí saqué, pero tiene un poco de cada uno de ellos.
En esta figura, la combinación de colores de la pátina aplicada al final del proceso de fundición, verde, rojo, marrón, amarillo, es esencial para el acabado de la misma. El efecto de ver un árbol representado en una escultura, es completamente distinto al que produce, sobre el artista o sobre el que admira la figura, una escultura con un motivo tradicional.
La figura la empiezo en Mons en Julio de 2005 y la acabo allí a finales de Septiembre.»
José Crespo